Shiromaid - Capitulo 2 - Especial de Navidad

Era detarde en la mansion Phantomhive, el joven conde estaba en su despacho disfrutando de una tarta de fresas que le había trido su mayordomo

-Que hay para hoy Sebastian?

-Ha llegado una carta de su abuela informandole que su prima, la Señorita Elizabeth vendra a pasar las fiestas en la mansion Phamtomhive

-Has los preparativos para la cena, y encargale a Charlotte la decoracion -El demonio se irrito un poco al tener que compartir los trabajos en la mansion

La joven angel solo llevaba 3 dias en la mansion y ya no soportaba su perturbadora presencia, en especial porque al ser igual de eficiente que el, sus tareas en la mansion fueron reducidas dejandole demasiado tiempo libre para su gusto

Sebastian bajo a la cocina para preparar el la cena encontrandose con una nada grata sorpresa

-Pasa algo Nii-san? -Definitivamente tambien odiaba eso, la joven angel se habia tomado la libertad de llamar asi al demonio irritandolo sobremanera

-Nada Charlotte, porque haces el desayuno?-pregunto el mayordomo irritado, ya que en varias ocaciones la joven realizaba algunas de las tareas de sebastian con una simple excusa:

-Es que trabajas demasiado nii-san -le respondio igual que siempre, con una radiante sonrisa. Sebastian bufo molesto y salió de la cocina

-Adonde vas nii-san?

-A preparar el cuarto de la señorita Elizabeth, vendrá a celebrar las fiestas-diciendo esto se retiro a realizar la labor dicha

Sebastian se encontraba arreglando el comedor para la cena, cuando alguien toco la puerta

-Yo abrire nii-san! –hablo feliz la joven azabache asomandose rápidamente en la entrada del comedor, sebastian simplemente le ignoro y prosiguió con su labor

La azabache abrió la puerta con delicadeza para evitar que soltara su típico chirrido al abrir, y se encontró con un par de jovencitas una de estatura baja de coletas rubias y ojos esmeralda con un hermoso y algo pomposo vestido verde con rojo atrás de ella estaba una castaña de estatura media y ojos cafes con un vestido vinotinto con un lazo a la cintura verde botella

-Usted debe ser la señorita Elizabeth le estábamos esperando-sonrio cándidamente causando un pequeño sonrojo en ambas visitantes- siganme porfavor

N/A:No saben cuanto detesto a esta niña

Se dirijieron al comedor donde esperaba un Ciel sentado en la cabecera de la mesa y atrás de este su mayordomo

-Ciel-kun!-exclamo la rubia antes de abalanzarse sobre su primo y ocasionando la caída de ambos

-E-Elizabeth! Suéltame!

-No! A pasado mucho desde que no te veo!

-Elizabeth! Estoy no es propio de una señorita!

-No me importa!

Y asi siguió la escena mientras una Charlotte reia y una Paula se avergonzaba del comportamiento de su joven ama, luego ambos hermanos comenzaron a llevar los platillos a la mesa con una elegancia y sutileza increíbles mientras 3 sirvientes no tan diestros observaban la escena desde la cocina

-Wow! Que habilidad!-alego la mucama

-Debe ser de familia-aseguro el cocinero

-Charlotte-san es asombrosa!-observo el joven jardinero

Pronto los 2 jovenes se sentaron  comenzaron a comer apaciblemente

-Mm… que rica esta la comida

-Si realmente te quedo muy bien Sebastian-alego el conde dando por primera vez a conocer su agrado por la cocina del demonio.

-Gracias pero lamentablemente el merito de esta comida le corresponde a Charlotte-comento sebastian totalmente molesto, mostrando la mas falsa de sus sonrisas

La aludida solo le sonrio cándidamente al conde que la había mirado asombrado-ya que pensó que nadie podría superar a su demonio en la cocina- el conde se ruborizo ligeramente por la sonrisa calida de la joven volviendo inmediatamente la mirada a su plato. Pero el gesto y el rubor de su prometido no paso inadvertido para la rubia, que deseando atraer la atención de su prometido pidió decorar ella la mansión para la navidad

-Estabien Elizabeth, Charlotte ponte a la disposición absoluta de Elizabeth –ese comentario hizo fruncir el seño irritada a la joven, sonreir felinamente al mayordomo y que un escalofrio recorriera a los otros 4 sirvientes  exeptuando a la joven Charlotte que asintio tranquilamente sin saber el porque las reacciones del resto de los sirvientes presentes

Ya habían pasado dos horas desde que el conde había dejado a Charlotte a manos de la rubia y Sebastian estaba feliz, casi extasiado pensando en que le estaría obligando hacer la rubia al angel ya sin poder dejar sus ansias de saber lo que pasaba se dirijio al salón asomandose por las escaleras observando una escena que no era presisamente la que se esperaba. En el centro del salón se encontraba un gran árbol y alrededor de este estaban bard,maylene,finny y paula poniendo las girnaldas, bambalinas y pequeños muñequitos con distintas formas mientras una Elizabeth les indicaba el lugar de todas las cosas y una Charlotte asu lado dibujaba y escribia en un pequeño cuaderno recibiendo indicaciones de la rubia

-Que sea verde con rojo, la girnalda debe ser dorada no verde finny!

-Un sombrero?

-No y el de sebastian lo quiero rojo y blanco-sebastian palideció, rojo y blanco? Acaso lo vestiría de santa Claus? Que horrible seria esa humillación para el demonio

-Si, algo mas señorita?

-No y ahora ve a coserlos que no queda mucho tiempo, Paula! Eso no debe ir hay! Mas a la izquierda!

- Si señorita, con su permiso- y rápidamente corrió escaleras arriba, agarro a un desprevenido demonio por la muñeca y lo arrastro consigo a una habitación llena de telas- Sebastian que te pasa? te veo palido

-No es nada

-Vamos! La navidad es una linda época, ahora dame tu brazo que debo medirte

-No es necesario medirme le dare mis medidas-ella le extendió un papel y pluma y el escribió sus medidas, hombros, brazos, torso, cuello, etc…

-No sabras también las del amo? –el demonio agarro otro papel y escriio las medidas del joven conde- gracias nii-san- El demonio no respondió y solo salió de la habitación.

Dos horas después la joven buscaba al demonio por todas partes, ya había entregado sus trajes a los demás sirvientes incluyendo a paula, solo faltaba Sebastian y por supuesto su joven amo, en su búsqueda paso frente al despacho del conde y aprovecho para dejarle su indumentaria para esa noche, toco suevemente la puerta dos veces pero nadie respondió

-Bocchan?-la azabache abrió la puerta con delicadeza, encontrando a su amo recostado en el escritorio con su cabeza ladeada descansando sobre sus brazos respirando profuna y pausadamente

La joven se lamento por tener que despertarlo a que en esos momentos el peliazul se veía sumamente adorable, lentamente se acerco al escritorio y dejo las prendas a un lado, se agacho y posiciono sus manos sobre el escritorio y apoyo su barbilla sobre estas, quedando a escasos centímetros del rostro del conde, se quedo observándolo unos instantes hasta que se decidió por despertarlo de una manera dulce para que no estuviera malhumorado al despertar. Alargo su mano y quito los mechones que cubrían el rostro del ojiazul y le dio un pequeño beso en la frente

-Es hora de despertar Bocchan

El joven abrió pesadamente los ojos encontrándose a pocos centímetros el rostro del angel que le veía intensamente con una sonrisa, el conde inmediatamente se ruborizo por la cercanía y se aparto un poco

-Q-que estas haciendo!?

-Despertandole amo

-No vuelvas a hacerlo de esa manera!-el conde estaba totalmente rojo y exasperado

-De que manera?-pregunto sin entender ya que lo había despertado delicadamente justamente para que no se pusiera asi

-D-de la manera que lo hiciste! Porque lo hiciste!?-la joven ya no prestaba atención a lo que decía su amo ya que estaba sumamente rojo, llevo el dorso de su mano a la frente del joven y lo miro directamente a los ojos

Aque no le quedo lindo el vestido a Charlotte?

-Bocchan tiene fiebre-exclamo preocupada-nescesita un baño, vamos

-Que!? No!

-Pero esta ardiendo en fiebre!

-Claro que no! Ahora dime a que has venido!

-*suspiro* esta bien amo, vine a entregarle su atuendo para esta noche

-Atuendo?-la joven asintió, y Ciel se dio cuenta que la azabache ahora tenia puesto un vestido hermoso blanco, el pelo recogido con una cinta y unas rosas rojas a juego con una pequeña corbata, y unas pequeñas alitas en su espalda, se veía hermosa el joven no pudo evitar volver a ruborizarse

-Amo si no quiere que yo le bañe estabien, pero llamare a sebastian, con su permiso-diciendo esto la joven se retiro

Despues de una larga espera el conde bajo a encontrarse con su prometida, el conde bajaba las escaleras al salónvistiendo un traje verde con un lazo vinotinto y junto a el iba su mayordomo que usaba un traje muy parecido al que usaba normalmente pero en un color rojo sangre casi vinotinto, al llegar al salón se quedo asombrado por el hecho de que la mansión se veía hermosa y que sus sirvientes vestían trajes elegantes de colores como rojo,verde o blanco, nada estaba en exceso todo estaba en la medida justa sin llegar a ser poco

-Oh! Conde! Veo que tambie disfruta de estas fiestas!-dijo un asiático que nadie había notado hasta ahora al fondo del salón sobre un sofá

-Lau? Que haces aquí? Como entraste?-pregunto intrigado y con el seño ligeramente fruncido el joven conde

-Acaso no puedo venir a disfrutar de las fiestas con mi conde favorito?-pregunto haciéndose el ofendido mientras Lan-Mao le consolaba- además tu linda sirvienta me abrió-señalo con el pulgar a la azabache que ahora entraba con una charola con te para el chino y su acompañante

-Gusta te lau-sama?-pregunto sonriente la sirviente

-Claro pequeña-respondio igualmente lau

Despues de aquella escena comenzó un pequeño baile, donde Sebastian y Charlotte tocaban los violines, mientras todos bailaban exeptuando a los asiáticos que solo observaban y disfrutaban de la música

-Tu traje es algo pretencioso no crees?

-Uh? Asi lo quizo la señorita Elizabeth, además siempre quize vestir completamente de blanco…-agrego esto ultimo para si con una sonrisa triste

-Y segura que no tuvo nada que ver el susurro de un angel?-la joven se ruborizo al ser atrapada, ya que ella se había encargado de manipular la mente de la rubia

-Deberías estar agradecido nii-san sino todos habríamos terminado vestidos de duendes o de renos-Sebastián sintió un escalofrió al pensar en tal humillación, la azabache rio- de nada nii-san

Después del baile todos fuero a dormir, Charlotte le preparo una habitación a los visitantes de ultimo momento, mientras Sebastián acostaba a su amo. Ambos sirvientes se dirijian a sus habitaciones a dormir cuando en la entrada principal se escucho a alguien tocando, rápidamente la ojigris fue a abrir, y apenas lo hizo fue rodeada por una figura rojo carmesí

-Sebas-chan!-grito con melosidad el shinigami restregando su mejilla con la de la confundida joven

-Eh…Shinigami-san creo que esta confundido-este se separo de ella la observo un instante y volvió a abrazarla

-Sebas-chan loli! –en el ojo del angel se formo un tic, y conteniendo la rabia de ser comparada con el demonio hablo

-Shi-shinigami-san esta buscando a sebastian-nii-san?

-Oh si! Pequeña sebas-chan! No sabia que sebas-chan tuviera una hermanita

-Y no la tiene Grell-senpai-hablo una voz femenina desde el umbral- Ahora apurese porfavor que llegaremos tarde con Nii-san

-Espera un poco Evangeline aun no e visto a mi Sebas-chan!

-Grell-san?-pregunto un demonio que se asomaba desde las escaleras por el alboroto que había escuchado

-Oh! Sebas-chan! Te vestiste asi pormi!? (refiriéndose al traje rojo) no tenias que hacerlo sabes que me encantas de cualquier forma!-gritaba mientras se abalanzaba a abrazarle, gesto que fue frustrado por la rapidez de Sebastian, que prontamente quedo frente a la puerta

-Charlotte no debes abrirle la puerta a personas indeseadas-le reprocho a la joven mientras el angel no le prestaba atención alguna

-Disculpe-hablo molesta la fémina en el marco de la puerta

 Ambos voltearon encontrándose con una joven de estatura media, cabellos color plata y tez completamente blanca y delicada, con unos penetrantes orbes color topacio vestida con un bello vestido negro con encajes rojos que le llegaba a la altura de las rodillas, con unas botas negras de trenzas rojas y con un pequeño sombrero de copa negro con rojo de lado. Sebastian en un gesto seductor tomo la mano de la joven y la beso con suma delicadeza haciendo que la joven se ruborizara

-Perdoneme señorita

-Evangeline

-Siento mucho no haber notado su presencia le ruego me disculpe

-No tiene importancia Sebastian-san –alego la peliplata intentando no sonar nerviosa

-No es justo! Sebas-chan es mio!

-Disculpe Grell-san pero que hace aquí?

-He venido a darte mi regalo de navidad sebas-chan!-grito emociondo mientras ondeaba en el aire gran cantidad de muérdagos- asi que ven y dejame dártelo!-se acerco el pelirojo siendo evitado por el azabache y comenzano una muy extraña persecución, donde las dos jóvenes reian por las caídas del shinigami o los ocasionales golpes que recibia

-Jijijiji parece que estarán un buen rato asi, quieres pasar y tomar un te querida Evangeline?

-Claro querida…

-Charlotte Michaels

-Oh! Con que ahora eres llamada hermana de un demonio

-No lo repitas Evangeline que ello me irrita

-Jijiji

Ambas tomaron asiento en un pequeño salón en la planta baja de la mansión, apartadas de la persecución que se desarrollaba en el salón

-Y como se encuentra tu hermano? Por lo que veo has decidido seguir el negocio familiar

-Tenia otra opción? Jejeje Pues Undertaker está bien se estaba preguntando cuando volveras a visitarle

-Creo que será muy pronto, porcierto porque acompañas a aquel shinigami?

-Grell-senpai? William lo ha puesto como mi tutor, al parecer quiere deshacerse de mi

-Me pregunto porque será?-pregunto sarcástica

-No creo que haya sido por haber roto sus lentes, jugar con su guadaña, casi cercenarlo con esta en 12 ocasiones, o el hecho de haber llenado su oficina con flan de chocolate. Creo que simplemente no le caigo bien

-Chocolate?

-Si, es alérgico al chocolate jijijiji

-Nunca cambiaras Evangeline- rio la azabache

-Oye Charlotte porque no tienes ninguna marca?

-Marca?

-Si-la joven shinigami examino detalladamnte a Charlotte poniendo a esta algo incomoda- Acaso sebastian-san no a intentado asesinarte?-la azabache se ruborizo un poco por el comentario

-Ahora que lo mencionas no, ni siquiera me a tocado…Talvez crea que al tocarme lo calcinare o algo asi

-Seguramente los demonios no tienen muchos conocimientos de la jerarquía angelical

-Supongo, y espero que asi siga no quiero tener que verme envuelta en algo asi

-Si claro! Aunque creo que si fuera un angel seria una suicida teniendo a sebastian-san como mi verdugo-exclamo soñadora la joven

-Evangeline!

-Que? Jejejeje

La jóvenes siguieron hablando mientras en el salón comenzaba una pequeña conversación que podría traerle mucho problemas a la pequeña angel

-Vamos sebas-chan! Acepta mi regalo!

-No tieneque molestarse por regalarme algo Grell-san

-*suspiro* veo que prefieres estar con ese angel en vez de estar conmigo, anque si es asi porque el pequeño angel no a muerto? O talvez Sebas-chan le tema al roze del angel de la muerte-Sebastian frunció el seño confundido mientras grell solo reia divertido ante la ignorancia del demonio- Oh! Sebas-chan eres un ingenuo adorale!

-De que habla?- el shinigami negó con su dedo índice

-Sebas-chan ella es un angel de la muerte, un ser que viene a la tierra en pos de salvar vidas,dar segundas oportunidades y llevarse el alma de inocentes, son seres que interfieren mucho con el trabajo de los shinigamis, los únicos capaces de cambiar el libro de la vida y retrasar muertes

-Y que quiere decir con eso?-pregunto aun intrigado de lo que quería decir el dios de la muerte

-Sebas-chan no debes temer a su tacto, ya que este no puede matarte, talvez herirte pero no destruirte, esa habilidad solo es propia de los arcángeles

El demonio sonrio triunfante ante su descubrimiento, ahora solo era cuestión de tiempo para que el ángel caer muerto en sus brazos

Esa misma noche el pequeño ángel se dirijia a su habitación, desconocedor de lo que le esperaba, giro el pestillo de la puerta con delicadeza pero sintió una presencia tras de si volteo  encontrándose con la sonrisa felina del demonio Sebastián Michaels

-Pasa algo nii-san?

El demonio solo amplio mas su sonrisa perturbando al angel, tomo la barbilla de la joven y junto sus labios con los suyos en un pequeño roze, que hizo arder los labios de sebastian, mientras la joven por la impresión se quedo paralizada hasta que el demonio al haberse habituado a la quemazón profundizo el beso pasando su lengua por el labio inferior de su compañera haciendo que ella ahogar un suspiro, en el momento que sus lenguas entraron en contacto el angel reacciono y aparto al azabache de ella

-Buenas noches Charlotte-comento el demonio sonriendo triunfante mientras se retiraba a sus aposentos, esa había sido una prueba mañana se encargaría de que Charlotte muriera

Charlotte aun impresionada por la acción del demonio aun seguía frente a su habitación, llevo su mano a sus labios y los rozo ligeramente

-Maldición- pronuncio internándose en su habitación, tratando de trazar un plan para lo que le esperaba mañana, su posible muerte